domingo, 2 de octubre de 2011

Tlajomulco: Laboratorio de la Revocación de Mandato

 Gustavo Monterrubio
gmonterrubioa@gmail.com 


Alfaro

Extraña paradoja: el dormitorio de la ZMG, acunando la revocación de mandato. Esa modalidad de la democracia participativa, incumplida por un sinnúmero de actores políticos y por ende diferida en diversos momentos, se puso a prueba en el municipio medianamente poblado de la zona conurbada de Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga.
Con una población de 220,620 habitantes, y convocados a emitir su opinión 70,000 ciudadanos; se instalaron 70 mesas receptoras en la cabecera municipal y comunidades.
Aunque no existe un marco jurídico que obligue a las partes, sí hubo la decisión ética  del alcalde, Enrique Alfaro, de vincular el resultado con la consecuencia obvia: si me rechazan debo renunciar, si me aprueban continuo en el cargo y paso a la segunda fase, la candidatura a la gubernatura. El que el compromiso haya sido moral le da mayor peso y relevancia a este ejercicio, puesto que, como apuntaba Gibrán Jalil Gibrán:
Os deleitáis dictando leyes.
Y, no obstante, gozáis más violándolas.
Sólo existe un antecedente de consulta ciudadana para revocar el mandato, la que realizó AMLO el 18 y 19 de diciembre del 2004, pero esta fue telefónica y no tuvo el impacto debido, por la metodología usada.Redacto estas líneas antes de leer, ver y escuchar cualquier opinión, para no contaminar mis conclusiones como observador independiente, aunque debo aclarar que me limité a estar atento a lo que pasaba en las tres mesas instaladas en el zócalo de la cabecera municipal, y a platicar con personas que realizaron actividades vinculadas con la consulta.
Fue una jornada pacífica, ejemplar y de participación aceptable. Sólo por breves momentos se formaron filas no muy largas, pero el flujo de votantes fue continuo. Como ostentaría cualquier argentino: para ser el primero y el único participante, un primer lugar no está mal.
El ánimo que privó en esta histórica jornada cívica, contrastó con el poco festivo ambiente que se vive en las elecciones formales.
Este ejercicio tendrá consecuencias en el futuro mediato, obligará al congreso de la unión y a otros congresos locales, a tomar con seriedad este tema que ha sido evadido por políticos de todos los partidos, por una razón obvia: como al 99,9 por ciento de éstos sólo los motiva el servirse, no el servir a los ciudadanos, es obvio que no se colocarán la soga en el cuello; pero ya no pueden seguir postergando la aprobación de este antídoto contra los malos y pésimos gobernantes. Por ejemplo, ¿cuántos jaliscienses desean, desde hace varios años, que Emilio se largue? Si a éste patán se le hubiera pasado por el tamiz ciudadano, lo habríamos despedido con una soberana patada en el trasero.
Y desde luego que el tema será eslogan en la eventual campaña de Enrique Alfaro a la gubernatura, con el antecedente de haberse sometido, por voluntad propia, sin que la ley lo obligara, a la calificación de los ciudadanos, para hacerla extensiva y obligatoria a todo funcionario en la entidad.
“Por sus obras los conoceréis” (Mateo 7, 15-20), ¿y qué otra virtud aprecian los ciudadanos si no lo que hace o deja de hacer el gobernante?, y esto fue lo que los ciudadanos calificaron, dicho de otra manera, sienten, perciben que sus impuestos se revierten en obras y servicios de beneficio comunitario, y obviamente asumen que sus impuestos no terminan en las cuentas bancarias de los funcionarios ni en el pago de fiestas particulares y caprichos de primeras damas, hipócritas beatos y bebesaurios.
Además, a diferencia de los munícipes que precedieron a Enrique Alfaro, envueltos en el escándalo, la corrupción, la ineptitud y los excesos, fundamentalmente por el desordenado crecimiento urbano, cuya prioridad para éste era contener y corregir, su administración ha sido motivo de escándalo, pero no de los ciudadanos, al margen de voces aisladas y oportunistas u oficiosas, sino por parte de sus ex correligionarios, la mafia universitaria y sus corifeos que controlan una parte del PRD Jalisco, pero con tan desafortunado resultado, que estos demagogos han logrado posicionar al impugnado en la franja de la competitividad.
Desde luego que habrá críticas al ejercicio cívico y a las motivaciones del mismo, pero habrá que discernir entre la crítica fundada y la crítica pasional, de ésta última he leído bastante en los espacios del lector, y es tan obvia que no convence ni a los amigos de los autores.
Hay un tema sinuoso y espinoso que tendrá que discernir Enrique Alfaro Ramírez, ¿por qué siglas será postulado? Ha abierto y cerrado el abanico del PRI y el PAN; se ha mantenido en el entorno del PT y eventualmente del Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, y no del todo con el MORENA, además de su propia organización Alianza Ciudadana.
En mi opinión, no creo que el PAN y el PRI lo postulen como candidato, me explico. El PRI cree tener asegurado el retorno en el plano nacional y estatal, pero dos grandes mafias se perfilan para pelear en ambos niveles. La mafia encabezada por Beltrones que en Jalisco apoya a Ramiro Hernández y Salvador Caro, para la gubernatura y Guadalajara, respectivamente, y la mafia de Salinas y Peña Nieto que apoyaría a Aristóteles Sandoval y a Trino Padilla, en el mismo orden de candidaturas. Así que en este terreno no creo que logre pisar firme.
Por lo que respecta al PAN, las luces rojas están encendidas desde hace rato, pero aquí también cacaraquean varias gallinas, y creen que, con la ayuda de Dios y las sotanas, no aprendieron la lección de Emilio, podrán retener la gubernatura, por lo que será sencillamente imposible convencer a los panistas tradicionales y sobre todo a los yunquistas de aceptar a un candidato externo, que además pasó por el PRI, el PRD y es ahora independiente.
En ambos casos, podrá atraer a grupos marginados de las candidaturas o inconformes con la repartición, o votantes desencantados por las desastrosas administraciones panistas y el pavor que despierta la sola idea del retorno de los priístas, o recibir apoyos por amistad, compromisos personales o filias, pero sólo eso.
Además que si fuere postulado por el PRI o el PAN, que para AMLO son la misma mafia, podría provocar la ruptura con éste y su MORENA.
En el PRD Jalisco, la pandilla adicta a la mafia universitaria, bajo ninguna circunstancia o escenario apoyará los esfuerzos de Enrique Alfaro; no obstante, me han dicho colaboradores de Enrique, que ha habido acercamientos, y éstos han sido rechazados, porque es obvio que este repentino e inusual cambio de estrategia, puede obedecer a dos situaciones: la primera, que sea un caballo de Troya para reventar el proceso electoral desde adentro, los pretextos sobrarían, la segunda es que ante la posibilidad de que sea drenada la votación de los perredistas por candidatos como Enrique o los postulados por el MORENA, PT y el Movimiento Ciudadano, pretenden colgarse de candidatos que sí atraen votos como lo han hecho con AMLO y en su momento con Cárdenas.
Bajo ninguna circunstancia le conviene a Enrique ser postulado por el PRD Jalisco, buena parte de la simpatía que ha ganado se asocia al desafío que lanzó al capo di tutti capi, y el ciudadano ordinario, el de a pie, poco informado y poco interesado en los asunto políticos, asocia al PRD con Raúl Padilla, y será decepcionaste y hasta confuso para aquél, verlos juntos en la elección.
Es obvio que el PT lo postularía y presumo que el Movimiento Ciudadano, también.
En mi modesta opinión, la estrategia de los partidos será la siguiente: el PAN invocará milagros y la labor de las once mil vírgenes y otros tantos serafines, para intentar mantener el negocio en su poder. Los priístas ya trabajan en la abstención, puesto que su reserva de votos supera ampliamente a la del resto de partidos, y lo están logrando. Escucho bastantes opiniones que desde ya han desistido de acudir a las urnas, por dos motivos, el agresivo bombardeo mediático de que la elección será de trámite y la timoratez de la izquierda que no radicaliza el discurso ni las opciones.
Los perredistas, fieles a la tradición endémica que padecen, contenderán divididos. AMLO echando toda la carne al asador pues este será el último esfuerzo que protagonice, y los chuchos en lo suyo y en lo que tienen una vasta experiencia, trabajando contra la candidatura de aquél y a favor de los adversarios formales, en este caso casi seguramente a favor de la candidatura de Peña Nieto si lo es del PRI, ya lo hicieron en el Estado de México; por lo que Jalisco no será la excepción; insólito resultaría que trabajaran unidas la fracción universitaria con la enriquista.
Incluso, para RPL el enemigo a vencer se llama Enrique Alfaro Ramírez, porque él sabe las consecuencias que traería un eventual triunfo de éste, para su negocio personal, la UdeG. Así que moverá todas sus piezas en esa dirección, esto es, en socavar los esfuerzos de éste, con candidaturas que le resten votos, como la de Tonatiuh Bravo Padilla, que según la mayoría lo mandaría a contender por la senaduría con las siglas del PRD, pero en mi opinión, en el escenario que pergeñé le es más útil como candidato a la gubernatura, por las mismas siglas; aunque dudo de la efectividad de Tonatiuh como imán de votos, RPL no dispone de muchas bazas para jugar.
Por último, insisto en que el reto para los que se asuman candidatos, especialmente de los que se ubiquen a la izquierda, es persuadir a la inmensa mayoría de los ciudadanos a que se tomen el tiempo necesario y acudan a las urnas, y luego convencerlos que sufraguen en su favor. Este es el reto de la oposición, no la de sumar siglas partidistas, que resultan frustrantes, contradictorias, costosas y poco efectivas.
La inmensa mayoría de ciudadanos con credencial de elector no tenemos partido ni suscribimos pactos de sangre con candidato alguno, y juntos sumamos más votos que los obtenidos por todos los partidos juntos.
El mundo pertenece a los audaces, dijo alguien.